Estimada:
En el evento de procreación
yo estoy fuera del rango, ya que por una parte soy hombre –sin compartir
la biología- y no soy padre –salvo en otro tiempo, cuando un niño me llamó
papá-. No obstante, se ha de retroceder en el tiempo y saber que la
multiplicación de los seres humanos en estratos bajos se potenciaba para tener
mano de obra barata, sino, esclava.
En Chile, la argumentación que ha esgrimido un sector de la
población para defender la vida y no intervenir en la llegada de un individuo a
este mundo, está más fuera de rango que mi posición.
Se ha de detener la proliferación de seres humanos que no
tendrán oportunidades, accesos y se sumarán a esos que muchos de nosotros
llamamos escoria, ladrones, delincuentes e inhumanos.
Dejo este escrito en una columna que he mantenido para
observar las puntualidades de esta situación, en dónde juegan con nuestros
sentimientos, creencias y posiciones. Y, por cierto, la FE juega un papel
preponderante en esto, siendo esa la que me motiva para decirte que: Quienes
más tienen que proliferen y los de menos recursos que los frenen o nos
frenamos.
Recibe un cordial saludo.
